Un pensador tiene grandes responsabilidades. Debe mantener la cordura a pesar de lo revolucionaria que puedan ser las decisiones que recomendará. Debe ser sensato y a la vez tener misericordia hacia las masas que estadísticamente tienden a ser conservadoras. Ante el análisis meditado del pensador solo se sostienen las estructuras que no están soportadas en sofismas y falacias. El pensamiento de quien busca la verdad o lo sostenible (que no siempre es lo mismo) debe tomar como eje al humanismo, porque la producción del pensamiento está orientada al equilibrio sinérgico optimizado de la vida de los humanos con su medio ambiente y con su historia.
Invito a quienes así lo deseen a formar grupos de analistas y pensadores, a los que me ofrezco a patrocinar con lo que esté a mi alcance, es decir; en forma virtual, con mi palabra y mis orientaciones. Cuando también tenga fondos de investigación y desarrollo será otra modalidad adicional.